Lo que sucedió, sucedió, y hay que desprenderse de ello.
No podemos ser niños eternos, ni tener amistad con quien no quiere amistad con nosotros.
Los hechos pasan y hay que dejarlos ir…
Por eso es tan importante destruir recuerdos,deshacerse de ellos.
Palabras que no se dijeron y silencios que lo invadieron todo.
Cerrar capítulos, decirse a uno mismo que nada de esto volverá, pero no por orgullo ni soberbia, sino porque ya no encajamos ahí; ni en ese lugar, ni en ese corazón.Todos cambiamos, y si uno ya no es el mismo que cuando se fue, quizás no exista nada a lo que volver..
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